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“Arkho”… los vaivenes de una palabra con historia

“Arkho” es una palabra antiquísima, usualmente asociada al crismón cristiano (Ver Galería de Imágenes), esto es, que simboliza el nombre de Cristo en griego koiné con sus letras superpuestas, hallándose entonces en él el término “Khristós” o “el ungido”. Dice ser el símbolo que observó Constantino antes de la batalla del Puente Milvio contra Majencio, tomándolo para su ejército como un signo de fe sobre la muerte, siendo habitual su uso a partir del Edicto de Milán (año 313 d.C.) en necrópolis y espacios funerarios, así como en lábaros o estandartes religiosos.

A cada uno de sus lados se pueden identificar la letra alfa y omega, es decir, el fin y el principio de todo, añadiéndose un S en el palo de la P (rho), que habría de señalar la última letra de Cristo en su forma grecolatina “Xristus”. Sin embargo, “Arkho” es un signo mucho más antiguo, encontrándose ya en monedas egipcias del período ptolemaico (246-220 a.C.). Así, se trata de un signo muy anterior a la era cristiana relacionado con el dios romano Jano (Janus o Ianus), figurado como un ser bifronte, Demiurgo creador que gobierna el orden dual del mundo material subsumido al tiempo y, cuyo rostro, observa el pasado y el futuro (desde el principio hasta el fin).

La comprensión de Jano como Principio de Todo está contenida en “Arkho” como arcano que señala la potestad del “Primerísimo”: un monograma de 3 rectas que se cortan sobre un eje central, formando un hexágono al que se inscriben el alpha y el omega.

En la Mesa de Quiroga -actualmente en el Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo- se halla encriptado el nombre del Ianus-Quirino como “Arkho”: “A”, el Primero de Todo; “Rho”, como bastón de mando y símbolo del poder divino del Rey;”Chi”, la escritura de la luz por la luz misma que da vida; “Omega”, como puente de dos ojos del Rey-Sacerdote. Así, “Arkho” es el “Principio”, “Arquitecto”, “Príncipe” y “Pontífice” del universo.

“Arkho” expresa la magnificencia misma del primero de los principios, “Jano”, la causa de todas las causas

 

 

 

 

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